ALIMENTANDO LOS COATIES EN EL PARQUE IGUAZU |
Al dia siguiente, la ropa estaba como recien sacada de la tintoreria. Bajamos a desayunar, y nos encontramos con un desayuno autoservice, nos despachamos con unos dos o tres cafes con leche cada uno, unas tantas medias lunas cada uno. Como pudimos despues de semejante desayuno, nos pusimos las camperas, y salimos a recorrer "ferreterias" en busca de trajes de lluvia.
Tomamos la ruta con destino al palmar, donde tuvimos que estrenar los trajes de lluvia. Cuando transitabamos por las rutas de Corrientes, en una caminera nos paran, y comienzan a pedir hasta las partidas de nacimiento, para lo cual hasta eso llevabamos. Viendo que no nos faltaba nada, nos salio con que la ley no permite la circulacion con trajes amarillos de lluvia, comenzamos a reirnos y ante la solicitud del articulo de la ley que los prohibia, nos termino diciendo, "dejenme algo para la yerba".
Seguimos por la llanura correntina, hasta que a la noche llegamos a Paso de los Libres. Al otro dia salimos temprano, y la ruta ya tenia otros colores, la tierra comenzaba a ser colorada y la vegetacion muy abundante y verde.
Cada cruce del limite de cada provincia las camineras nos paraban, ya estabamos acostumbrados, la entrada a Misiones no iva a ser la exepcion. Llegamos a Posadas en medio de un transito caotico, ubicamos la plaza principal y nos alojamos en un pequeño hotel a un par de cuadras. Por la mañana tomamos la ruta con rumbo a San Ignacio, bajo lluvia obviamente. Recorrimos todo el parque de las Ruinas de San Ignacio, disfrazados de amarillo, bajo una copiosa lluvia, no habia guia que valga.
Nos recomendaron un camping a orillas del Parana en lo que hoy es la Playita del Sol. En ese momento era un descampado con una casita de un sereno con un bañito. El camino de acceso era un terrible guadal, hicimos las 10 cuadras de tierra que separaba el camping del pueblo, las hicimos a las derrapadas. En ese tiempo San Ignacio era un pueblo muy pequeño, ademas fuimos en temporada baja, no habia una pizzeria, un restaurant, nada. Gabriel nos deleito, con asados, guisos y fideos.
Estos ultimos habiamos comprado una bolsa de 5 kg, que los terminamos paseando el resto del viaje. Era mas grande la bolsa de fideos que la carpa. Nos terminamos quedando 3 dias en San Ignacio, porque el lugar era hermoso, no teniamos a nadie alrededor, solo teniamos a mitad del camino al pueblo, cerca de la casa que una vez pertenecio a Horacio Quiroga, un barsucho, mezcla de quitapenas y bar de Moe, donde a la noche ibamos a jugar al pool y ver un poco de tv.
EL TRANSALP EN LAS RUINAS DE SAN IGNACIO |
El dia estaba espectacular, un sol radiante, y el paisaje hermoso, es un camino serrano de curvas y contracurvas, que atraviesa el cordon montañoso que hay a lo largo de todo misiones. Casi llegando a Aristobulo del Valle el paisaje deja de ser plantaciones de arboles sembrados para hacer madera, a un paisaje similar a las fotos de Tungaska en Siberia, cuando cayo un meteorito que destruyo el paisaje. Eran todos troncos de arboles cortados al ras, de lo que habia sido un bosque de pino brasil, muy explotado hace decadas atras para obtener la pinotea, muy usada en carpinteria.
Eran kilometros y kilometros de campos arrasados, en los que solo asomoban muñones de las raices. Luego de almorzar, continuamos viaje por un camino de montaña con un asfalto impecable, en una recta Gabriel se distrae y se va a la banquina que estaba sembrada de cañaverales, lo vemos desaparecer entre las cañas, y solo vehiamos las plumas de las cañas que se movian a medida que avanzaba, hasta que vuelve a salir andando tal como entro sin consecuencias, parecia un dibujo animado. Continuamos hasta San Vicente donde hicimos noche.
Nos alojamos en un hotelucho y fuimos a cenar a una parrilla espeto corrido, hasta reventar, muy buena carne. Al otro dia nos levantamos tarde, y continuamos hasta el Soberbio, donde llegamos pasado el medio dia, cargamos provisiones para pasar un dia en medio de la selva misionera. Desde El Soberbio hasta Mocona son 80 km, pero de ruta de tierra que usan los camiones para buscar madera en medio de la selva. Ademas nos habian dicho que a mitad de camino habia un rio que cuando rio arriba llovia abundantemente, este, se desbordaba y se incomunicana el Mocona. Comenzamos a rodar la ruta hacia el mocona, y estaba recien mantenida parecia asfalto, pero a medida que pasaban los kilometros, se iba angostando y deteriorando.
Ya a mitad de camino, la ruta no era mas que una huella en medio de la selva. De la huella teniamos unos 3 mt a cada lado libre y ya comenzaba la selva impenetrable, llena de enredaderas y vegetacion que hacia imposible hasta parar para orinar. Cruzamos un par de desvios
y fuimos eligiendo la huella que mas nos parecia que nos llevaria a destino, estamos hablando del año 97, olvidense del GPS. Fueron varias bajadas pronunciadas las que hicimos, otras tantas cuestas vadeando pequeños arollos, y la tarde comenzaba a caer, estabamos a mitad de camino y llebabamos unas 4 hs de lento transito.
Ya en medio de la noche, la oscuridad era total, lo unico que nuestras luces alumbraban era la huella, a nuestros flancos no se vehia nada. La huella estaba llena de charcos que mas de una vez nos jugaban malas pasadas, porque en el fondo de esos charcos habia barro, y por tramos la huella cuyo suelo era de tierra, estaba destruida por las huellas que dejaban los camiones que pasaban en busca de madera, asi que habia que transitar por dentro de esas huellas de barro, teniendo que, practicamente, caminar junto a la moto.
Las que mas sufrian eran la Kawasaki de , la magna de Cristian y la TDM de bellini , ya que todas esas tenian gomas lisas sin tacos, mientras que con el Transalp y el Tenere la llebamos de maravilla. los kilometros pasaban y no llegabamos nunca, ya estabamos pensando que habiamos equivocado el rumbo. Carlos ya nos decia, "ni bien haya un claro acampamos", era imposible, todo a nuestro alrededor era selva, no teniamos banquina. Avanzamos unos kms mas y la huella se ensancho y divisamos unas luces, era el puesto del guardaparques.
Segun nos habian comentado ellos tenian una pieza con catres para ocasinales visitantes. Llegamos tarde, otros visitantes que llegaron antes en una chata 4x4 nos ganaron de mano, asi que entre los pastos mojados a un costado del puesto armamos el campamento en medio de la oscuridad. Improvisamos un fuego y preparamos un rico asado, para ponernos a contar las anecdotas de este tramo del viaje.
PARQUE PROVINCIAL TEYU CUARE A ORILLAS DEL PARANA |
El dia siguiente amenecio con un sol a pleno, y pudimos apreciar el hermoso paisaje que nos rodeaba y que la noche se encargo de ocultar, recorrimos los alrededores, descubrimos una pista de aterrizaje, que se hizo y nunca asfalto ni uso. Luego fuimos caminando hasta la orilla del rio desde donde se vehia la bruma que formaban los saltos en la orilla opuesta. Uno de los guardaparques se ofrecio llevarnos hasta los saltos. fuimos cruzando el rio que tendria en su parte mas profunda 1, 2 mt de profundidad. Llegamos al borde de la falla que forma el terreno a lo largo de rio, donde pudimos ver las caidas, aunque la mejor vista esta del lado brasilero.
Al otro dia emprendimos el regreso, a mitad de camino sale una bifurcacion que llega directo a Bernardo de Irigoyen la ciudad mas al este de la argentina, pero la ruta de tierra estaba muy mojada por las recientes lluvias, y las motos con gomas lisas dijeron hasta aca llegamos, era imposible seguir se iban de un lado al otro de la banquina, un jabon. Regresamos por donde habiamos venido. Hicimos unos cuantos km y por la noche llegamos a Iguazu, nos hospedamos en el camping Americano en la entrada de la ciudad. Hacia un frio terrible, fuimos al centro a buscar ropa de abrigo porque lo unico que teniamos eran remeras, quien iba a imaginar que en misiones estariamos con pullover o camperas. El la feria cuando preguntabamos por camperas nos miraban como bichos raros, camperas en misiones, imposible, pero buscando encontramos.
Al dia siguiente salimos rumbo al parque Iguazu, recorrimos todo el parque, nos embarcamos en unas canoas a motor que eran un peligro hasta lo que en ese momento quedaba de un viejo mirador de la garganta del diablo. Estubimos hasta ya entrada la noche. De ahi partimos rumbo a Foz de Iguazu para cenar porque era mas economico que en argentina. Solamente nos pidieron documentos para salir del pais. Luego de cenar regresamos al camping a dormir.
El dia siguiente nos recibio con una copiosa lluvia, asi que desarmamos la carpa y debajo el techo del quincho la secamos como pudimos y cargamos todo el equipaje en las motos, para ni bien pare salir hacia Posadas. recien despues del medio dia corto la lluvia. Partimos y casi todo el viaje nos acompaño una molesta garua. Los camiones nos pasaban en forma peligrosa y nos empapaban, esa ruta de cuchillas es muy peligrosa.
LAS NUBES CUBRIENDO EL PARANA AL AMANECER |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJA TU COMENTARIO